LA OTRA MITAD DE LA NARANJA

em terça-feira, 5 de dezembro de 2023


LA OTRA MITAD DE LA NARANJA


“Fíjese que hay un proceso para todo. Todo evento y todo tiene un proceso, no es casualidad sino causalidad, porque todo viene de arriba para abajo. Lo que pasa es que nosotros perdemos la paciencia, no sabemos esperar, pero todo evento necesita un proceso.

En el caso de la juventud o del soltero, hablémosle, porque hay viejos también solterones por ahí, ¿no? Si estas personas solteras empiezan a trabajar, como solteros pueden trabajar con su Madre individual en la Muerte de ciertos elementos psíquicos que sí se pueden eliminar, sacrificarse por la humanidad, trabajar con la Meditación, Concentración. Todo esto va creando una fuerza dentro de uno que le permite convertirse como un imán atractivo, que atrae.

Entonces es fácil de que una persona pueda encontrar a su compañera dentro de los mismos grupos, sin necesidad de salir a la esquina a esperar cuál pasa, sino en los mismos grupos aparece. Esto a base de petición a la Madre divina, con paciencia y tenacidad al fin le llega la compañera o compañero si es dama, a su debido tiempo porque todo tiene un proceso, mientras no se cumpla ese proceso no se sucede nada. Entonces necesitamos paciencia para que ese proceso pase. Terminado el proceso viene lo que es, porque todo son causas y efectos, todo viene de arriba para abajo.

Lo que le dice uno: “qué casualidad de tal cosa aquí”, no podríamos decir casualidad, es causalidad que es diferente, porque son causas y efectos. Sin causas no puede haber ningún efecto. Entonces son causas y efectos, todos los fenómenos y todas las cosas que suceden aquí porque todo viene de arriba para abajo, hasta llegar a tomar forma, cristalizar, y eso es un proceso.

Conozco, por ejemplo, en la parte interna ciudades destruidas totalmente y sin embargo aquí físicamente todavía no. ¿Por qué? Viene un proceso, hasta que no venga de arriba para abajo cristalizando hasta tomar forma no puede suceder aquello. Esos procesos hay veces que demoran años, otras veces es rápido, en fin, varía el fator tiempo en todo proceso. No se puede someter a una fórmula exacta, sino que todo tiene un proceso.

Entonces esta explicación la estoy dando para que los solteros o solteras tengan paciencia, sigan, continúen su trabajo diario y pidan y pidan a la Madre divina.

¿Por qué muchas veces las Jerarquías no le conceden a uno nada de lo que uno pide?, porque no sabemos pedir, en primer lugar; segundo, nos falla aquello que se llama Fe. Un ejemplo voy a ponerles, que siempre me gusta porque es similar a lo que debe de ser uno ante una Jerarquía. Uno llega y le pide a una Jerarquía dos o tres veces una cosa, como no vio que cristalizó aquello, que no sirvió de nada, ¡ah! Pierde uno la fe y dice: “¡no lo pido más!, y no vuelve a pedir y no le dan nada.

Porque cuando uno pide algo necesita demonstrar la fe y la voluntad de continuar en la misma petición. Entonces, ¿qué pasa?, cuando hay un tiempo prudente y ven que uno no perdió la fe, que sigue pidiendo con la misma fe de todos os días, que no se cansa de pedir. Entonces, está probando verdaderamente que es una persona que sí necesita, por un lado; y por otro lado que tiene fe, que no ha perdido la fe. Entonces le dan a uno lo que pide, pero primero le prueban a uno la fe y la tenacidad. O sea, que haya constancia para pedir.

Entonces eso es lo que nos ha fallado y nos falla a nosotros que pedimos una o dos veces y ya. Entonces el caso de los solteros, que pidan y pidan y pidan, que no se cansen de pedir con la misma fe, con la misma voluntad a la Madre divina y cuando llegue el momento les entreguen o les aparece la otra parte, o sea, la otra media naranja, eso es seguro.”


V.M. Rabolú - Congreso de España, 1987


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