MUERTE EN MARCHA

MUERTE EN MARCHA

"Cada ser humano lleva dentro de sí una Chispa Divina que se llama Alma, Budhata o Esencia, en resumen, tiene diferentes nombres; pero en realidad es una Chispa Divina que nos impulsa y nos da fuerzas para emprender un trabajo espiritual como el que estoy enseñando. Esa Esencia o Alma está atrapada en todos nuestros males, defectos o seres psicológicos que dicen esotéricamente "Ego", a quienes no se les permite manifestarse libremente porque son ellos quienes toman la voz y el mando. de la persona 

Ya con el trabajo de la desintegración de los defectos, crece, se fortalece, se manifiesta más claramente, con más fuerza. Se convierte en alma. 

Permíteme darte un ejemplo: este árbol se fija en sus raíces principales, no lo alimentan, sino que solo lo sostienen contra los vientos y su propio peso para no caer, no ser talado. Y sus pequeñas raíces son aquellas que se extienden sobre la superficie de la tierra y absorben la savia para alimentarla.

Aún así es nuestro Ego o el de la Humanidad. Las raíces gruesas que sostienen el árbol simbolizan defectos capital, como lujuria, venganza, ira, orgullo y otros más. Y las pequeñas raíces representan los detalles, esas pequeñas manifestaciones que pertenecen a este o aquel defecto, que no creemos que sean defectos, pero son su alimento. El Ego se alimenta de todos estos pequeños detalles, que tenemos en grandes cantidades. 

Tenemos que comenzar a observarnos para ver los miles y miles de detalles negativos que tenemos, que son los que soportan el tronco. Por lo tanto, toca a todos los que quieren salvarse del desastre que viene, para comenzar a tomar alimentos de ese árbol, que son las pequeñas raíces. Detalles negativos como malos pensamientos, odio, la envidia que sentimos hacia otras personas, ambición, recoger monedas y cosas insignificantes, decir mentiras, decir palabras llenas de orgullo, codicia; en resumen, todas estas cosas que son básicamente negativas, debemos comenzar a desintegrarlas seriamente. 

Hay otra chispa divina dentro de nosotros llamada la Madre Divina, cuya misión es desintegrar los defectos con una lanza que tiene. Por pequeño que sea el detalle, debe preguntarse a la MADRE DIVINA interna: "Madre mía, quítame este defecto y desintegralo con tu lanza". Ella lo hará porque esa es su misión, ayudarnos de esta manera a salir libres. Entonces, el árbol ya no crece sino que se desnutriendo a sí mismo, se seca. 

Lo que enseño aquí es tomar la práctica, los hechos: donde quiera que vaya, ya sea que esté trabajando o lo que sea que esté haciendo, debe prestar atención a su mente, corazón y sexo. Estos son los tres centros a través de los cuales se manifiesta el defecto y cuando un elemento se manifiesta a través de cualquiera de estos tres centros, se le pide a la Madre Divina que proceda a desintegrarlo ". 

Fuente: Hercolubus o Planeta Rojo - V.M. Rabolu

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DETALLES

(...) Empecé a trabajar con los detalles, desde que empecé la Gnosis; pero no sabía que era la muerte, sino que era para hacer bien las llamadas que me hacían, para hacerme un pago; porque, para hacernos un pago, nos llaman. Pero luego, primero, antes de que yo llegara, nos aparecen los detalles. Porque, si se encontraba una pequeña moneda allí, la cogíamos. Bueno, eso es un detalle. Así que, cosas insignificantes, que no crees que sean una prueba. Esos son los detalles. Así que si empezamos ahí, el ego muere. Está desnutrido y se está muriendo. ¡Eso es inevitable!

Esa es la muerte verdaderamente y la he encontrado profundamente; porque, tal como el Maestro la enseñó, no es que yo quiera saber más, porque, como os digo, habló de morir de instante en instante, de momento en momento, está relacionado con esto de los detalles. No necesitaba aclarar más para entender esto, pero estaba hablando de ello.

El maestro Judas llama a esta trabajo: "Pulir, pulir, pulir".

P. - ¿Se puede hacer esto también con los pensamientos?

R.- Es que con todo. Ahí es donde se aplica la muerte en marcha. Un detalle así ha florecido: "¡Mi madre, desintegra este defecto!" Entonces, no esperes a mañana o al día siguiente, sino instantáneamente, porque la Divina Madre, con su poder, como son estos detalles, no es tan fuerte, los desintegra fácilmente. 

P. - Pero siempre, por la noche, haga un análisis también de esto, ¿o no?

R.-¡No! Durante el día, dale, muerte en marcha, dale! No pierdas más tiempo, pero dáselo de un instante a otro, de un momento a otro, y verás. 

(...) P - ¿Es esta una revolución completa de la muerte? 

R.- ¡Sí, una revolución! Para mí, ese sistema lo tenía cuando empecé; sin embargo, creía que todos trabajaban igual. Ahora, viendo, por la correspondencia, que tanta gente, casi todo el mundo... "esa muerte, esa muerte, que no sé qué"... ¿y nadie muere? Y yo dije: "¿Este asunto por qué? Bueno, por supuesto, entran en los detalles y lo dejan; y ahí es donde se alimenta el ego, ¿sí? Esa es la conclusión a la que he llegado. 

P. - Sin embargo, hay egos muy fuertes, por ejemplo el de la ira, que pueden sacudirnos.

R.- Mira, la ira, pongamos un ejemplo: digo una palabra ferina que te molestaba. Tiene un principio. Fue por una frase mía, o una acción mía, que te disgustaste. Si estáis alerta en vosotros mismos, cuando sintáis esta repugnancia, apelad inmediatamente a la Divina Madre allí. Entonces no hay problema.

P. - ¿El problema es no hacerlo?

R.- No hacerlo, por supuesto. Si en esos momentos en que dije esa frase o fui e hice algo que no te gustó, que veas la ira, entonces apela a la Madre Divina, al instante, ya. Evitas el problema con los demás y todo, y te mueres.

P. - P. Para esto hay que estar siempre alerta.

R.- Para poder trabajar con estos detalles, hay que estar alerta en uno mismo, no se queda tiempo para estar mirando lo que hace el otro. Si estamos aquí en esta reunión, como puede haber miles en una reunión como esta, no debemos identificarnos con la gente, sino que debemos tener siempre cuidado en nosotros mismos, para ver qué agregado se está manifestando en esos momentos. No te descuides; de lo contrario, pierdes el tiempo.

(...) ¡Momento a momento! Estemos en nuestro trabajo, estemos en nuestro negocio, hablando con una persona que seja, alli tenemos que estar, para ver qué elemento psíquico puede manifestarse allí o se está manifestando. 

(...) ¡No! ¡Estar alerta de ti mismo, para cuando quieras manifestarte de nuevo, dámelo! Así está mejor. Así dejas de cometer errores y te mueres. Cuando te olvidas de ti mismo, ese es el problema, porque cometes errores.

Fuente: El Águila Rebelde -V.M. Rabolu

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