IMAGINACIÓN Y CURACIÓN
"Y cuando las multitudes de mendigos, enfermos y pobres lo acosaban, él (V.M. Jesús) solía decir: "Mira a esta generación y ve en ella cómo se han esclavizado a su propia ceguera. Aman sus dolores y aman sus males. Me dicen: 'Dame, dame, dame', sin atreverse siquiera a sospechar que lo que me piden se lo llevan en sí mismos y por derecho propio. Pero sólo saben pedir, no saben recibir. Y son avaros, pero ninguno de ellos es culpable de su suerte. Pero vosotros que veis, guardaos de confiar en lo que no emana de vuestro propio corazón, que en mi camino sólo camina el que quiere dar. A estos otros, mientras les des me seguirán. Pero si les dijera: "Despierta para que aprendas a dar", me apedrearían. Y llegará el día en que me apedrearán". (El vuelo de la serpiente emplumada - Armando Cosani)
El trabajo sobre uno mismo permite la transformación necesaria para poner en orden nuestra desordenada casa interior, donde debe reinar la paz, el equilibrio, la salud, la castidad, el amor y todas las virtudes y atributos necesarios para que seamos un instrumento de la voluntad del Padre en la tierra.
La calidad de nuestros pensamientos y sentimientos son determinantes para que se produzca el verdadero equilibrio en nuestras vidas, porque todo en el Universo está interconectado a través de las vibraciones, no sólo entre nosotros los seres humanos, sino con toda forma, partícula de vida y energía existente.
La enfermedad, la tristeza, la desesperación, etc. nunca han estado presentes en los planes de Dios para sus hijos. La identificación con todos los problemas de la vida, muchas veces sin importancia, nos aleja de lo Real, porque nos olvidamos de nuestro Real Ser Intimo.
Por increíble que parezca muchas veces nos aferramos a nuestros sufrimientos...
La obra esotérica gnóstica nos proporciona la clave para liberarnos definitivamente de la causa de nuestros sufrimientos, a través da eliminación de nuestros defectos psicológicos.
Aunque todo estudiante gnóstico conoce esta preciosa enseñanza, hasta que no haga el esfuerzo de experimentarla, no sabrá nada de las posibilidades que pueden surgir, aunque haya leído y decorado las enseñanzas de los Maestros.
Un nuevo mundo de posibilidades comienza a abrirse cuando hacemos el esfuerzo de poner nuestra atención en el momento presente, en el aquí y ahora. A primera vista parece fácil, quizá al principio consigamos mantener la atención durante unos segundos o unos minutos, pero rápidamente podemos perder este estado si no estamos atentos a lo que aparece en nuestro mundo interior. Basta un pensamiento para ocuparse de nuestro Centro Intelectual, por ejemplo, para llevarnos a donde queramos: al pasado o al futuro. En el presente el ego no puede sobrevivir.
Sólo estando en el momento presente es posible que la conciencia actúe, por lo que nos dividimos en dos (Observador y Observado). Si esta presencia en el aquí y ahora no se produce, podemos incluso percibir la confusión en nuestra mente, pero soñamos creyendo que somos el ego que piensa y siente por nosotros.
Estando en el momento presente también es posible observar lo que ocurre en nuestro cuerpo.
¿Qué reacción se produce en mi cuerpo cuando me identifico con un determinado pensamiento, creyendo que soy yo quien piensa?
¿Cómo reacciona mi cuerpo cuando me dejo llevar por la gula, la pereza, la lujuria, el resentimiento, etc.? Cada elección que hagamos determinará nuestro equilibrio o desequilibrio, salud o enfermedad...
¿Qué emociones sentimos? El sufrimiento emocional siempre tiene como causa un cierto defecto psicológico. Puede haber sido causado por resentimiento, ira, preocupación, celos, apego, etc. Si no trabajamos para eliminarlos, pueden convertirse en sufrimiento físico o en alguna enfermedad, porque las consecuencias provenientes del mundo causal, cristalizan en el mundo mental (pensamientos), astral (emociones), vital (parte energética), hasta llegar al cuerpo físico.
Las enfermedades tienen como causa un determinado defecto psicológico que provocó la violación de una ley, trayendo el desorden. Tenemos que investigar. ¿Qué ha podido causar el problema en cuestión? Puede ser una enfermedad causada por nuestros malos pensamientos, malos sentimientos, abusos, descuidos, malos hábitos (a menudo inconscientes), en esta u otra existencia.
Todo sufrimiento tiene una causa. Si se elimina la causa, se deshace el sufrimiento. Podemos ir a la causa del problema, observando en nuestro cuerpo la energía vibratoria que está estrechamente relacionada con el sufrimiento físico. Podemos ir desde el lugar del dolor o el centro de nuestro cuerpo, normalmente en la región del plexo solar. Si profundizamos en la observación podemos descubrir una emoción ligada al problema y, con ella, un determinado sentimiento, incluso muy sutil. En este momento debemos pedir a nuestra Madre Divina la muerte de este defecto. Por ejemplo: podemos estar tensionando el cuerpo, y por esta razón tenemos dolores musculares o de cabeza debido a la ansiedad.
También se puede encontrar más fácilmente la causa del sufrimiento físico, como la tormenta de pensamientos negativos que incesantemente pueden estar atormentando la mente, robando su paz. De nuevo debemos, después de descubrirlos, rezar a nuestra Divina Madre para que los elimine profundamente.
Pueden aparecer molestias físicas y emocionales recurrentes, como en el caso del síndrome premenstrual en las mujeres. Si nos fijamos bien, podemos ver el conjunto de pensamientos y sentimientos que acompañan a este periodo. Sabiendo esto, ya podemos estar preparados para observar y eliminar lo que viene. Del mismo modo, debemos pedir a nuestra Madre Divina que elimine todo lo que aparece.
Cuando una enfermedad o lesión (ya sea causada por algún tipo de trabajo o accidente...) ya está instalada en el cuerpo, debemos trabajar también con la muerte de los defectos que surgen en relación con la situación. Los dolores y las molestias suelen ser muy difíciles, pero lo que solemos hacer es agravar la situación con revueltas, protestas e irritaciones constantes. Debemos hacer todo lo posible para realizar el tratamiento adecuado, pero no podemos olvidarnos de vivir el aquí y el ahora, y pedir a nuestra Madre Divina que elimine los defectos negativos que surgen de esta situación.
Al elevar nuestros pensamientos a Dios (a nuestro Padre que está en Secreto y a nuestra Madre Divina) podemos percibir la paz y el amor a pesar de todo el sufrimiento físico. Con una mente tranquila y una conciencia activa podemos percibir que el ruido incesante en nuestra mente cesará.
Cuando estamos atentos a lo que ocurre en nuestro interior, aplicando siempre la muerte a todo lo que aparece, provocamos una conmoción que permite verdaderas transformaciones, no sólo en nuestra psique, sino también en todo nuestro organismo.
"Cuando alguien se da a "sí mismo" el choque del "recuerdo de sí mismo", se produce realmente una transformación milagrosa en todo el trabajo del cuerpo, de modo que las células reciben un alimento diferente". (V.M. Samael Aun Weor)
Sabemos de la existencia de otras dimensiones y que hay una energía superior que sostiene la vida de todos los seres, pero seguimos confundiendo la realidad universal con la que captan nuestros cinco sentidos. Ir más allá de lo mundano, dar un paso más allá de lo que captan nuestros cinco sentidos es lo indicado.
A pesar de todos nuestros problemas, limitaciones y sinsabores de esta vida, para Dios todo es posible. Sólo vemos la imperfección cuando vivimos identificados con el mundo de la materialidad, del sueño, de la ilusión, olvidando nuestro Real Ser Íntimo.
Vivir el momento presente, dirigiendo nuestros pensamientos a Nuestro Padre que está en Secreto y a Nuestra Divina Madre nos eleva.
Es posible salir de la condición de sufrimiento en la que nos encontramos cuando rezamos sinceramente, sabiendo que Dios está dentro de nosotros, a nuestro alrededor y en todas las cosas. Él es Amor, Sabiduría y Verdad.
"Antes de que clamen, responderé; aún no hablarán, y los escucharé" (Isaías 65:24)
Para ver a Dios en todas las cosas es necesario elevar nuestros pensamientos y nuestros corazones a nuestro Real Ser, sabemos que Él es la perfección absoluta, siempre dispuesto a ayudarnos con su Amor infinito. Así mantenemos nuestra mirada fija en Él, incluso durante nuestra vida diaria, sabiendo que todo lo que necesitamos ya lo hemos recibido, porque estaremos queriendo sólo el bien para distribuirlo a nuestro alrededor, cumpliendo Su Voluntad.
Su Amor tiene el poder de satisfacer todas las necesidades, disipar las penas, las enfermedades o cualquier situación miserable de la condición humana.
Practiquemos incesantemente la Muerte en marcha, recordando siempre a ÉL. Abandonemos nuestra situación actual de adormecimiento y luchemos por liberarnos y despertar. Elevando nuestra conciencia más allá del mundo que nos rodea, podemos ver que existe un vasto Universo, con Seres Conscientes dispuestos a ayudarnos en lo que sea necesario.
Para quien tiene a Dios dentro de sí, nada es imposible. Para él no hay más milagros, porque todo es natural, posible y perfecto.
Paz Inverencial!
*Colaboración: hermanos gnósticos del S.O.S.