La TÉCNICA DEL T.e.m.po
“Bien, es relativamente corto. Pero voy a aclarar la cuestión del tiempo. El tiempo es lo que nos ponemos. Entiende? Un tiempo relativo podemos realizar muchísimas cosas. O sea, el tiempo no existe o no se tiene en cuenta en la parte esotérica. El tiempo lo formamos en consonancia con nuestra pereza o su ánimo, su revolución. O sea, el tiempo en realidad hacemos nosotros. En el fin de las cuentas el tiempo no existe, es relativo. El tiempo, nunca se debe meter, todo depende de nosotros. Si nosotros nos “ponemos las pilas” a trabajar, nos preparamos y empezamos a vivir esta enseñanza, hay tiempo para todo. (...)” (V. M. Rabolú)
El tiempo pertenece la cuarta dimensión, y comprenderlo y explicarlo es una tarea muy difícil, pero lo percibimos dentro de la perspectiva de la tercera dimensión. Usamos relojes y calendarios para marcar el tiempo, pero eso no significa que lo comprendemos.
Percibimos y notamos el paso del tiempo de forma subjetiva. Una hora de felicidad y satisfacción pasa como si fuera 5 min, mientras que una hora de angustia y dolor, parece que dura un día entero... una eternidad... Eso se debe la relatividad del tiempo y la importancia que damos a los acontecimientos de cada momento.
Solamente con la mente dominada por el corazón podemos comprender poco a poco, la verdadera realidad del tiempo.
La palabra tiempo forma un acróstico, que indica el camino para comprenderlo.
T.e.m.po = Técnica del Esqueleto de la Muerte y del POLVO.
Es una técnica de transformación de las impresiones que auxilia también a superar marcas y traumas del pasado. A partir de la comprensión que la mayoría de las cosas a que damos valor en ese mundo son ilusórias y pasajeras podemos sí, cambiar nuestras vidas y nuestro modo de actuar delante de cada situación.
Todos nosotros venimos del polvo y al polvo retornaremos... Nuestro estado civil, social, nuestra raza, color, apariencia y expresiones son sólo materia de la mente, como fantasías para entreternos en la escuela de la vida.
“Así, haced morir todo lo que pertenence a la naturaleza terrena de vosotros: inmoralidad sexual, impureza, pasión, deseos malos y la codicia, que es idolatría”. (Colosenses 3:5)
La PRÁCTICA
La práctica consiste en imaginar las personas como esqueletos ambulantes, vagando sobre la tierra. Podemos también aplicar esa práctica sobre algo que nos fascina, como un plato de comida. Podemos imaginarlo pudriendo con el tiempo, hasta volverse polvo... O por ejemplo, cuando vemos una construcción bonita, con la imaginación la vemos en ruinas...
Debemos tomar un momento del día y reflejar sobre como las personas con quienes convivimos y las cosas con que lidamos el día a día son como arquétipos que pertenecen al tiempo y usar la imaginación, aplicando la técnica del T.e.m.po.
Podemos también usar esa técnica cuando viene a la mente algún recuerdo del pasado, que nos dejó malas impresiones. Como es una forma de transformaciones de las impresiones, puede y debe ser aliada a la Muerte en Marcha en el diario vivir. Acordandonos siempre de no forzar el cuerpo y la mente, pues cada uno tiene su nivel de imaginación en consonancia con las prácticas que hace.
De esa forma, vamos a dar el debido valor al mundo material, comprendiendo poco a poco la verdadera realidad de las cosas y, así vamos de encuentro del verdadero objetivo de nuestra vida, de aquello que realmente necesitamos... nuestro Real Ser.
“Todo pasa, todo pasa.” (Samael Aun Weor)
Paz Inverencial!
Colaboración: hermanos gnósticos del S.O.S.
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