(Gnose para los Pocos, La Nota Síntesis)
BELILIN, JÚPITER Y EL CÍRCULO MÁGICO
Voy a grabarles el Belilin, para que no ustedes no se olviden. Se canta así: "Belilín, Belilín, Belilín, ánfora de salvación; quisiera estar junto a ti; el materialismo no tiene fuerza junto a mi, Belilín, Belilín, Belilín".
Eso canta tres veces.
Lles diré que nunca he usado las Conjuraciones de los Cuatro y de los Siete; nada más que Belilin y la Conjuración de Júpiter. Que en cada plan y en cada parte ha sido eficiente para mí al cien por cien.
Voy a demostrar a ustedes como se hace el de Júpiter: se pone la mano izquierda sobre el Plexo Solar, estos tres dedos de la mano derecha hacia adelante; se habla así: "En nombre de Júpiter, padre de los dioses, yo te conjuro. TE VIGOS COSILIM. Así, con fuerza, con energía, la entidad desaparece, lo que sea.
Con estos dos me he defendido todo el tiempo; hasta les voy a decir esto: cuando yo estaba iniciando los Misterios Mayores, porque es lógico que el Iniciado tenga que bajar a los Infiernos o al Abismo, porque allí tenemos nuestras raíces y en el Abismo hay mucha sabiduría para nosotros; tenemos que quitarle la sabiduría a los diablos también. Vean ustedes, hasta el diablo lo sabe. Bueno, para esto el Maestro dijo que para "ascender debemos primero descender".
Bueno, recuerdo una noche que estuve en el Abismo, pero bajé inconsciente. Cuando me caí... Bueno, yo estaba de pie, como en un rincón de una casa, el lugar era feo, horrible, todo eso era tenebroso.
Cuando vi algunos becerros, algunos esqueletos de becerros, pero gigantescos, de cuatro a cinco metros de altura; vi monstruos de todo tipo y era una oscuridad así como a las seis y media de la tarde, ya más oscura que la luz.
Empecé a mirar así, a los lados y vi todo así. Dije: "¿Estoy en cuerpo astral?" Di un pequeño salto y me pregunté; di un salto... Claro, acabo de flotar.
Pero cuando estaba flotando, todo este demonio cayó sobre mí, prumm! Me tiraron al suelo. Bueno, y yo dije: "¡Virgen del Carmo, hazme un favor!" Me dejaron ir cuando lo dije; me preparé para escapar y me agarraron de nuevo, así.
Cuando me tuvieron bajo su mando, un hombre vino de blanco, vestido de blanco, pero impecable. Un hombre delgado, pero todo blanco.
Cuando vi a este hombre venir a mi lado, recordé a Belilin, cantando Belilin, pero tartamudeando, porque no podía ni hablar. Cuando hice el esfuerzo de cantar Belilin me respondió que era un Maestro y que me ayudaría.
Todavía escucho las notas de Belilin; estaba entre las cuevas. Cuando este Maestro cantó Belilin no volví a ver ningún demonio: todos desaparecieron por ahí. Me levanté, asustado, y ni siquiera "agradecí" al Maestro: volvi al cuerpo físico de inmediato. "¡Que gracias, que nada!" volvi al cuerpo físico.
Fue un Maestro quien vino ayudarme. Por lo tanto, te digo que estos mantrans, con ellos tengo una fe asombrosa, porque nunca me han fallado, nunca.
Y estas son las dos armas con las que me he defendido en toda esta trayectoria del Movimiento, en el tiempo que tengo estado en el Movimiento; estas han sido mis armas, estos dos mantrans".
Entrevista con V.M. RABOLU (Sierra Nevada, 1985)
CÍRCULO MÁGICO
P - ¿Puede explicarnos cómo hacer el círculo mágico?
R.- Cuando pasamos a través de la parte evolutiva de la naturaleza, el intercesor elemental permanece en nosotros. Hacemos uso del Íntimo para que ordene al intercesor elemental que trace un círculo mágico* alrededor de la morada, o de la cama, o de su cuerpo, para que ninguna entidad pueda hacernos daño. Primero deben hacerse las conjuraciones y luego la petición al intercesor elemental por medio del Íntimo. Esto lo hacemos todos los días antes de ir a la cama. Esta explicación puede darse en grupos ya al final de la fase B, porque las entidades ya están empezando a atacarnos. Este círculo no se rompe incluso si toda loja negra se nos viene encima. Es intocable la persona dentro de este círculo. En primer lugar, las conjuraciones son el arma que se le da al discípulo para defenderse. Esto puede ser entregue al principio de la fase B.
V.M. Rabolu - Guiando al Discípulo
* Al hacer la petición, imagina que el Intercesor Elemental, en la figura de un niño, traza un círculo protector (verde claro) alrededor del entorno em que nos encontramos.
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