EL CAMBIO RADICAL
"Cuando nos recordamos a nosotros mismos, cuando trabajamos en nosotros mismos, cuando no nos identificamos con todos los problemas y dificultades de la vida, de hecho vamos por el camino vertical" (Tratado de Psicología Revolucionaria - Samael Aun Weor)
El animal intelectual, erróneamente llamado hombre, busca instintivamente dos cosas en la vida: la preservación y la perpetuación de la especie. Ambas se deben a la influencia lunar que genera como consecuencia el apego al mundo material para garantizar su alimentación, protección, apego a la descendencia y a la familia. Hemos llegado al punto de estar tan involucrados, identificados e incluso felices con los juguetes que la luna nos pone, que olvidamos lo que vinimos aquí hacerlo.
Tenemos muchos aspectos en nuestra vida diaria que debemos manejar, tanto en la vida personal, como en la profesional, en el amor y en la vida familiar. Hay tantas situaciones que manejar que muchas veces terminamos huyendo u olvidando lo esencial, que es el lugar donde vive nuestra Esencia. Terminamos olvidando nuestro verdadero ser y el trabajo que tenemos que hacer.
Recordar y olvidar nos lleva a algo relacionado con la memoria. ¿Pero qué nos hace recordar u olvidar algo? Cuando aprendemos algo, este aprendizaje va a la memoria a corto plazo. Después de meses, en el estado en que nos encontramos, incluso en semanas podemos haber olvidado todo o prácticamente todo lo que hemos aprendido. Por otro lado, lo que hace que algunos aprendizajes vayan a la memoria a largo plazo es la repetición de los mismos, y en el caso del trabajo interno es la REPETICIÓN CON INTERÉS.
Muchos estudiantes gnósticos dicen que no establecen disciplinas con rutinas diarias porque temen las prácticas mecanizadas. Sin embargo, tenemos que entender que hay dos tipos de repetición: la mecánica con la que hasta un loro aprende a hablar, y la REPETICIÓN CON INTERÉS que es la repetición consciente. En este último caso, la repetición con interés perfecciona una práctica, incorpora un mensaje importante dentro de nosotros, se convierte en parte de nuestro SER y también permite, con la profundización de la práctica, que surjan mensajes e ideas para avanzar en la comprensión de lo que buscamos.
¡Conocer el camino es diferente a recorrerlo! ¡Podemos conocer la doctrina de muchos egos, saber que hay dimensiones superiores, pero sólo con la rebelión psicológica y el seguimiento de una disciplina podemos experimentar toda la información que recibimos! Si no creamos un centro de gravedad en la Esencia e intensificamos las prácticas, principalmente la muerte y la meditación, podemos terminar olvidando lo que nuestra Mónada vino a hacer aquí en la Tierra.
Me gustaría que pudiéramos ir a un rincón de la naturaleza y vivir rodeados de una atmósfera mística, en un lugar tranquilo, como un monasterio, y tener más disponibilidad para el trabajo interior y para hacer más prácticas. Pero lo más hermoso de este trabajo es que podemos crear esta atmósfera superior donde quiera que estemos, es decir, aquí y ahora.
Para eso necesitamos vivir en el recuerdo de nosotros mismos y en la auto-observación de momento a momento. También podemos rodearnos de arquetipos que nos recuerden nuestro trabajo, tener un altar al que rezar, un lugar para hacer nuestras prácticas, que puede ser nuestra habitación, para ser llenada e impregnada de energía superior. Un lugar donde sólo entrarán las palabras, los sentimientos, las acciones y los pensamientos superiores de amor, esperanza y fe. Debemos prestar atención al hecho de que, cuando tenemos fuerzas opuestas en nuestra propia casa, debemos ser más cautelosos en relación con el trabajo interno, para no generar un choque de fuerzas.
También debemos hacernos un templo viviente en todo momento. ¿El recuerdo de sí, la auto-observación y la muerte en marcha deben formar parte de nuestra vida cotidiana, no como una práctica, técnica o ejercicio, sino como algo que ya está incluido en nuestra forma de ser, algo natural que ya se ha incorporado a la vida cotidiana, porque se ha convertido en un hábito, como cepillarse los dientes, lavarse las manos, bañarse?
Necesitamos observar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, conocerlos y dominarlos, antes de que terminen con nosotros, porque tienen el poder de hacerlo. Adicciones, manías, apegos... Todos quieren un pedazo de nuestra conciencia, un poco de nuestra energía vital. Poco a poco pueden absorber la vida y nuestro tiempo.
LA DISCIPLINA
Para que se produzca un cambio radical, es necesario el sacrificio: ¡sacrificar algo inferior por algo superior! Esto requiere constancia y persistencia. La Divina Madre lucha con nosotros eliminando los defectos mediante un trabajo continuo de nuestra parte. Por lo tanto, la disciplina es indispensable en este camino.
Desde que conocemos la Gnosis hemos recibido mucha información; si la practicamos podemos probar su veracidad. No comer cerdo, no asistir a instituciones pseudo-esotéricas (incluso de forma virtual, a través de Internet) son hábitos que, con el entendimiento que hemos dejado de hacer. Y esto ya es un comienzo de la disciplina, pero eso no es todo. Tenemos que elaborar nuestra disciplina interna.
La castidad, la muerte y el sacrificio nos llevarán a la liberación. El corazón debe dominar la mente para que ésta domine el sexo. Si seguimos este camino, si creamos una disciplina de vida centrada en el corazón, triunfaremos. Aquí también viene la parte revolucionaria, porque el cambio radical sólo es posible con la revolución de la conciencia.
Cada uno debe crear su propia disciplina, esbozando estrategias que ayuden a mantener el recuerdo de sí mismo durante el día, con concentración y continuidad de las prácticas. La disciplina es diferente al condicionamiento. Es la Esencia que traza la disciplina (que podemos entender como un conjunto de hábitos o acciones que nos ayudarán en el camino hacia el despertar). La disciplina es la libertad. Sólo la Esencia puede hacer y mantener buenas elecciones.
Seguir un ejemplo es diferente a copiar, cuando decimos que vamos a seguir el ejemplo de Cristo, no significa que vayamos a imitarlo, sino que vamos a hacer lo que él hizo, buscando los mismos resultados. Como somos un grupo, algunos pueden tener más facilidad en una materia, otros en otra, y esto es beneficioso para todos, porque podemos experimentar lo que ha funcionado y así avanzar más rápidamente.
En vista de esto, aquí hay un ejemplo de una disciplina, para que, a partir de entonces, aquellos que no la tienen puedan crear la suya propia: Para lograr permanecer más tiempo en recuerdo de sí mismos podemos dividir el día en tres partes. Cuando nos despertamos, podemos pedir al Padre y Madre Internos que nos ayuden a recordarnos a nosotros mismos todo el día y a usar la imaginación creativa o pro-visión para visualizarnos de manera consciente y activa en nuestras virtudes. Después del almuerzo, podemos tomarnos unos minutos para detenernos y mirar el período matutino y diagnosticar si nos quedamos en el recuerdo de nosotros mismos, en la auto-observación y si dejamos pasar algo de ego.
Entonces sacudimos la conciencia y pedimos al Padre y la Madre Internos de nuevo ayuda para pasar el siguiente turno conscientemente. Al final de la tarde podemos hacer el mismo procedimiento (reflexionar sobre el período que ha pasado) y prepararnos para pasar el período nocturno más conscientemente. Por la noche agradeceremos al Padre y la Madre Internos su ayuda y pedimos ahora ir conscientemente al astral.
Después de días siguiendo esta disciplina, comenzaremos a vivir más y más en el presente, luchando contra el ego todo el tiempo, quitándole su alimento, ahorrando energía, por lo tanto equilibraremos los centros y así estaremos más concentrados y relajados para las prácticas de desdoblamiento astral y la meditación. Siempre con la ayuda de nuestro Padre y Madre interior.
También podemos poner en nuestras citas diarias, horarios para hacer prácticas de meditación, relajación, concentración y también para investigar un poco más sobre algún defecto que nos esté perjudicando (cómo actúa, horas en las que actúa), para estar cada vez más un paso adelante.
"La evidencia, la experiencia y la comprensión es la clave; sólo entonces es posible trabajar conscientemente, para lograr un cambio radical". (Samael Aun Weor)
Para fomentar nuestra disciplina, podemos motivarnos viendo algún video de V.M. Samael y Rabolú, o leyendo un pasaje de algún texto, párrafo o capítulo de algún libro. Aunque ya hayamos visto el video, o leído el libro, debemos hacerlo como si fuera la primera vez. De esta manera, repitiéndolo con interés, recordaremos cada día el trabajo que tenemos que hacer.
"No importa de ninguna manera lo que está pasando. Sigue haciendo la muerte. Lo que importa es la muerte de segundo a segundo. Sigue practicando la muerte y el desdoblamiento astral y verás el resultado que obtienes". (V.M. Rabolú)
Si el estudiante tiene este mensaje incrustado, cuando ocurre un accidente de coche, lo recuerda y está presente... La fábrica de pan o la casa se incendia en un sector así y el estudiante recuerda el mensaje y mantiene el control. Una frase que ya se ha tratado anteriormente: "Con Paciencia poseeréis vuestras almas", habiéndola incorporado puede ayudarnos a no identificarnos y a no reaccionar ante las variadas circunstancias de la vida cotidiana.
Paz Inverencial!
*Colaboración: hermanos gnósticos del S.O.S.
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