EMOCIONES NEGATIVAS
En la vida cotidiana se nos enseña a creer que aquello que sentimos es nuestra verdad interior.
Sin embargo, bajo la luz de la enseñanza gnóstica y del trabajo práctico, constatamos que los sentimientos son sólo “verdades pasajeras”, a consecuencia de la multitud que nos habita.
Afectos, desafectos, anhelos, euforias, tristezas, juicios falsos, van y vienen como ondas en el mar.
En el mundo moderno, con todo su artificialismo y superficialidad, los valores esenciales del ser humano quedaron en segundo plano. Las personas andan fascinadas buscando la llave del éxito y el secreto de la eterna juventud. Formándose, pues, una multitud de enfermos emocionales.
Las etiquetas son variadas: ansiedad, síndrome del pánico, depresión, angustias y dolores de los más diversos, que vibran en el pecho de las pobres personas y las esclavizan a una vida ¡sin LUZ!
¡Sin LUZ! ES así que se sienten aquellos individuos tomados por este tipo de emociones negativas. Y de hecho ¡es así como se encuentran!
Somos Chispas Divinas, hijos de un Padre Individual, que nos nutre y alimenta con su amor.
Nuestro Padre es la ¡VERDAD! ¡Como hijos, para mantenernos conectados a Él, necesitamos estar en frecuencia con la verdad, sin embargo, ¡las EMOCIONES NEGATIVAS DISTORSIONAN La VERDAD, desconectándonos del flujo de alimento que viene del PADRE!
“Una persona que se deja llevar por las emociones negativas, se hace cien por ciento mentirosa.” (Samael Aun Weor)
Por eso es que los ansiosos sienten miedo, miedo del futuro, de la vida, de cometer errores, de que las cosas no salgan bien, de decepcionarse, de no ser correspondido, de no estar a la altura... vivir desconectado del Padre, es vivir a la merced de la duda, es vivir sin LUZ.
"Por lo tanto, tenemos que eliminar las emociones negativas de nuestra naturaleza. Mentir es ciertamente una falsa conexión. Lo normal es que la Energía del Padre, la Vida del Anciano de los Días, o sea, de nuestro ser interior profundo, fluya a través de la organización cósmica interior, hasta llegar a la mente. Pero si hacemos una falsa conexión, esa energía ya no puede fluir. Es como si el hilo eléctrico fuera cortado; la energía eléctrica, entonces, no llegaría al foco de las lámparas que nos iluminan.
Por lo tanto, la mentira es, ya les dije y repito, una falsa conexión. Normalmente, cuando se está lleno de emociones negativas, se hace un mentiroso, esa es la realidad de los hechos.” (Samael Aun Weor)
Delante de esto, debemos comenzar a estudiarnos. Estudiar cómo nos sentimos en nuestro cotidiano: ¿desanimados, temerosos, inseguros, inadecuados, agraviados, aburridos?
¿Qué sentimiento cargamos en el pecho ahora?
Necesitamos entender, que nuestros sentimientos, que nuestra frecuencia emocional no corresponde a la verdad. Debemos invalidar estos estados inferiores, para comenzar a recorrer el camino que restablecerá nuestra conexión natural con el Padre. Pues estas emociones negativas estancan nuestra trayectoria rumbo al despertar de la conciencia.
Es urgente diagnosticar las emociones negativas que pesan en nuestro pecho y encontrar los argumentos que existen en nuestra mente, que quieren justificar como estamos sintiéndonos en determinado momento. A partir de cada emoción, encontraremos un pensamiento distorsionado validando aquel sentimiento inferior. ¡A esto, aplicamos la muerte psicológica inmediatamente!
Aquello que duele, sufre, llora, necesita ser sacrificado, pues es 100% falso.
Cuando surge un sentimiento de ira, apego, nostalgia, nos corresponde hacer el superesfuerzo de separarnos de este sentimiento y mirarlo cómo algo extraño a nuestra naturaleza, apelando a nuestra Divina Madre que desintegre la emoción que nos inunda, cada vez que ella surge.
Haciendo esto, percibiremos que durante el día el ego nos arrastra para una atmósfera psíquica que le conviene. En este estado de adormecimiento, pasamos a ver y sentir el mundo con el prisma de este ego, y mientras estemos inmersos en este proceso de identificación estaremos viviendo una realidad paralela, la realidad del Yo. Así, pensaremos, sentiremos y sufriremos según la densidad de aquel ego que está actuando, con su pesimismo, su impaciencia, su disgusto, sus desconfianzas, etc. Y que sólo la muerte, tiene la capacidad de devolvernos a un estado de espíritu, de neutralidad delante de las controversias de la vida, en que a pesar de todo continuamos bien.
Nuestro despertar se procesa en el aquí y ahora, La Auto-observación y la Muerte en Marcha son nuestras herramientas. Utilizándolas, seremos inundados por el Amor Divino, capaz de indicarnos el camino de nuestra cura emocional. Muchas veces, por medios sorprendentes llegan aclaraciones que vienen para auxiliarnos, sobre los procesos que estamos luchando para adquirir conciencia.
Trabajando con este foco, gradualmente vamos corrigiendo esta falsa conexión, este estado de mentira, pasando a sentir una ligereza interior, como acontecía cuando éramos niños, donde cada día era una oportunidad para vivir algo bueno y especial.
Quién tiene la oportunidad de convivir con un niño pequeño, consigue ver la conexión, el ánimo, la alegría, la mirada luminosa, la confianza. Atributos de una Esencia libre y de una conexión natural con el Padre.
“La felicidad es tener a Dios dentro de sí.” (Samael Aun Weor)
Paz Inverencial!
*Colaboración: hermanos gnósticos del S.O.S.
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