SUPERACIÓN DE LAS ADVERSIDADES

"La Gnosis ofrece el pan supersustancial, el pan de la sabiduría, y señala con precisión la nueva vida que comienza en nosotros, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora". (Samael Aun Weor)

Cuando empezamos a vivir el momento presente, el aquí y el ahora, cuando trabajamos seriamente en lo que llevamos dentro, cuando observamos y cambiamos nuestra conducta, nos ponemos bajo nuevas influencias. Podremos percibir que más allá de lo transitorio, somos eternos en nuestra esencia y en unión con el SER, mucho más allá de la simple percepción de la forma y el nombre.

Establecer el trabajo práctico, poner nuestra conciencia en actividad durante nuestra vida diaria, estando solos, mientras caminamos, en nuestro tiempo libre, en nuestra convivencia familiar, social o profesional, donde quiera que estemos, es urgente. Sólo entonces comprobaremos directamente que SÍ es posible transformar nuestra vida.

Normalmente tenemos la falsa percepción de que el cambio está más allá de nuestra capacidad, pero cada pequeño paso que damos en nuestro trabajo interior es real y definitivo, si seguimos adelante, en esta dirección .... Sucede que identificados con el ego nos fascinamos con el mundo físico, y así, nos olvidamos de nuestro Real Ser Íntimo.

Esta desconexión con las partículas del Ser origina la ilusión de separación. Identificados con el ego, nos vemos desconectados de todo y de todos, en un mundo en constante cambio.... Esto nos lleva a la inseguridad, al dolor, a los conflictos internos y externos, etc.

Por muchas tormentas y confusiones que haya en nuestra psique, es precisamente ahí, en nuestro interior, donde comienza nuestro camino hacia el despertar. No está fuera, lejos de nosotros, ni en manos o voluntad de otra persona...

Tenemos que aprender a vivir de forma más consciente, cambiando nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con la vida cotidiana. Es urgente identificar la causa de nuestras limitaciones y sufrimientos.

Cuando ponemos nuestra conciencia en actividad somos capaces de crear una nueva percepción del mundo. Podremos ver, oír y comprender a los demás, así como las circunstancias que nos rodean, con una inteligencia superior.

Presentes en el aquí y ahora y trabajando con la Muerte en Marcha, podemos ver y escuchar las cosas tal y como son, sin permitir que nuestros defectos interfieran en ningún momento, para juzgar, etiquetar, reaccionar, etc.

Por ejemplo: mientras hablamos con una persona, ¿escuchamos realmente lo que nos dice o, por el contrario, nos identificamos con los pensamientos que surgen en nuestra mente y que nos dicen algo sobre esa persona o el tema en cuestión?

Manteniendo nuestra atención en el presente, podremos verificar si esta interferencia está ocurriendo o si estamos prestando atención al diálogo. Si se observa el pensamiento en cuestión debemos pedirle a nuestra Madre Divina que lo mate. Esto es muy rápido y objetivo.

Con este tipo de trabajo psicológico superior seremos capaces de escuchar limpia y claramente lo que se habla, llegando incluso a intuir. Si hay un problema que resolver, la solución será mucho más fácil de encontrar, porque la conciencia estará actuando.

Cuando estamos realizando una tarea, ¿estamos realmente presentes en lo que estamos haciendo o estamos pensando en lo que vamos a hacer después?

Trabajando sobre nosotros mismos con cada acontecimiento que aparece ante nosotros, cambiaremos nuestra forma de ver, oír y percibir las cosas. En consecuencia, nuestra actitud será muy diferente de la que normalmente tendríamos...

Encarar la vida con responsabilidad y valentía, enfrentando las dificultades, basado en la muerte psicológica, la castidad, el "amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo", etc., nos pulirá interiormente para que nuestra luz brille cada vez más.

Tenemos que cumplir nuestras responsabilidades relacionadas con el mundo físico con seriedad, incluso en los pequeños detalles de nuestra vida diaria, sabiendo que si no actuamos así, estaremos poniendo el peso de esta responsabilidad sobre los hombros de otra persona...

El Ego siempre busca su propio beneficio individual y siempre trata de escapar de lo que considera amargo y difícil para él. Cualquier esfuerzo que no vaya acompañado de algún interés, que le proporcione algún beneficio o placer inmediato o futuro, no le sirve de nada.

Una persona puede estar pasando por pruebas muy difíciles o estar sobrecargada con todo tipo de tareas, pero si está trabajando en sí misma, viviendo en el momento presente y recordando su Real Ser Íntimo, la situación puede traer mucho aprendizaje.

Esto es muy diferente a cuando nos identificamos, creando defectos psicológicos y convirtiéndonos en víctimas de las circunstancias.

Si persistimos en el camino de la superación interior, en el que, a pesar de las adversidades externas, luchamos por la eliminación de nuestros defectos, practicamos diariamente la meditación para despertar nuestra conciencia, practicamos diariamente el desdoblamiento astral, ayudamos al prójimo, etc., llegará el momento en que nos daremos cuenta de que toda esta dificultad externa no será nada comparada con la nueva realidad que empieza a despertar en nuestro interior.

"Sentirse a sí mismo por medio de cosas externas, basarse en ellas, equivale a estar en un estado de inconsciencia absoluta". (Samael Aun Weor)

Cuanto más apegados e identificados estemos con el mundo material e ilusorio, más buscaremos la satisfacción de los placeres e intereses del ego, ya sea la codicia, la gula, la pereza, la lujuria, el orgullo, etc. Cuanto más busquemos esta satisfacción, más inevitables serán sus consecuencias: dolor y sufrimiento.

Con firmeza y continuidad de propósito necesitamos purificarnos internamente para fortalecer nuestra conciencia, la llama azul dentro de nosotros, que es amor puro. Este amor es el alimento del Cristo interior que necesita desarrollarse en nuestros corazones.

Cuanta más conciencia liberada, más luz, más amor habrá en nuestro interior. Con nuestros pensamientos, sentimientos y acciones podemos alejarnos o acercarnos a nuestro Dios Interior. Podemos elegir: entre lo ilusorio y lo real; lo transitorio y lo eterno!

"Pero tú, cuando ores, entra en tu cámara (en tu corazón), y cuando hayas cerrado tu puerta (al mundo exterior), ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensará abiertamente." (Mateo 6:6)

Cuanto más se libera nuestra conciencia, más nos acercamos al corazón amoroso del Padre, y su amor lo abarca todo y es capaz de todo, incluso de disipar las limitaciones y los sufrimientos a los que nos aferramos debido a las dificultades diarias.

Ante las dificultades que aparecen en la vida de nosotros, podemos y debemos pedir ayuda a nuestra Madre Divina y a nuestro Padre que está en Secreto, y con todo el corazón, con toda la confianza, podemos hablar con ellos. El Amor de Dios nunca deja de responder a la súplica de un corazón sincero.

¡Necesitamos elevar nuestros pensamientos y nuestros corazones a lo Inmutable, a lo Eterno, a DIOS! ¡Sabiendo que Él habita en nuestro interior, en el interior de todo y de todos! ¡Uniendo nuestros pensamientos a ÉL ya no nos veremos separados e indefensos!

Paz Inverencial!

*Colaboración: hermanos gnósticos del S.O.S.